domingo, 1 de marzo de 2009


Tomé un carrillo y empecé a tomar. Juré que esa noche me iba a entregar al humo y al alcohol, que lo iba a ignorar completamente y que iba a besar a desconocidos en su cara aunque sabía que al fin y al cabo esa nunca sería la manera y que quizá con unas copas de más le iba a confesar lo que sentía.
Pero no lo hice, no sé si fue lo peor o lo mejor. Él se fue, no me prestó atención , y no lo culpo, yo se lo había pedido. Se fue y me dejó sin esperanzas de volver a caer en la tentación.
Ahí fue cuando reafirmé mi postura y trabajé en marearme y entregarme a cualquiera. Lo hice y me arrepentí. Porque soy una puta, no tenía la necesidad, doy asco... como me dijeron.
Nunca debí nacer, nunca debí hacer lo que hice, nunca debí sentir lo que sentí por él.

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