jueves, 9 de octubre de 2008

Solo pensar en aquello me hacia sufrir hasta limites insospechados.
Hacia hervir mi sangre.
Corrían lágrimas por mis mejillas.
Hacia morir a mi cabeza, la sumergía en un intenso dolor.
Me provocaba.
Me daba una razón mas para dejarme abandonada, para fallecer.
Ahora si.
No me importa arruinar mi vida.
No me importa, si esa es la única manera de hacerte saber lo que siento.

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