miércoles, 22 de abril de 2009


Me encontré escribiendo versos que nunca leerías, haciendo poesías que rimaran con tus ojos, alabando con palabras dulces tus labios y hasta la más pequeña de tus imperfecciones.

Porque cuando estaba contigo todo era perfecto, lo negro y obscuro era el más hermoso de los arcoiris. Pero quizá fue porque nunca alcancé a correr rápido que el espejismo se disolvió y jamás encontré la fuente repleta de alegrías.


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