jueves, 18 de diciembre de 2008

Pensar que te iba a importar fue estúpido. Lo más tonto que se me ha ocurrido quizá.
Claro, ¿cómo te ibas a preocupar por mi? La vida sigue, ¿no? Y está bien, te entiendo. Comprendo que quieras continuar, pero no puede ser que N A D A te haya echo reaccionar.
Tengo ganas de gritarte en la cara que sos un tremendo hijo de puta, un tarado, imbécil, insensible. ¡Que estoy muerta por vos y no te das cuenta! ¿Tan buena actrís soy? ¿Tan bien se esconder mis sentimientos? No creo.
Creo que vos sos al que le cuesta darse cuenta. O capas que NO QUERÉS darte cuenta. ¿Por qué? ¿Tenés miedo a sentirte mal? JO; ¡imaginate como me siento yo! ¡Ponete en mi lugar solo por un momento y pensá!
Pero de que va a servir que te lo diga, ¿para desepcionarme aún más cuando te vayas otra vez como lo hiciste antes? Dejando todo atrás, tiranto todo a la mierda.
¿Hablar? ¿Querés hablar? ¿Va a servir de algo? ¿No te gustaron como terminaron las cosas? ¿De verdad? ¿Y cómo creiste que iban a terminar, bien? ¿Te crees qué a mi me gusta? ¿Qué disfruto de tu completa ignorancia? ¿Qué no te extraño?
Disculpame, pero tengo que decirte que NO SOY VOS.

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