Así empezó todo, le conté una dura y trizte verdad. No voy a mentirles, las manos me temblaban al hablar.
Quizá si lo sabía me iba a entender, por lo menos sabría que no era lo que aparenté siempre ser. Así fue, así le conté. Tuvimos crisis, pero llegamos a estar bien.
Lamento ser tan poco precavida, lamento cada palabra que te hace daño. Lamento decirlas con tal inocencia, pensando que son vanas, pero me engaña la conciencia.
Tenés que saber que de verdad estoy intentando, tenés que saber que de verdad estoy cambiando. Ahora, ¿Por qué ver que no me escribes más corazones me duele tanto?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario